La estrella sin ley que pasó por nuestro sistema solar hace millones de años, explicaría el porqué de las órbitas deformadas de algunos planetas. Además de explicar la existencia del misterioso Planeta X, que existiría más allá de la órbita de Neptuno, en los límites del sistema solar.
La noticia de la supuesta estrella que pasó por los límites de nuestro sistema solar hace miles de millones de años, explicaría entre otras cosas, la dispersión de planetas de hielo como Sedna, que se encuentra más allá de Plutón y tiene una órbita de 11.400 años, además de las deformadas y descompasadas órbitas de algunos cuerpos celestes que orbitan nuestro sol. No obstante, es una hipótesis que se basa en un amplio estudio científico.
Pero una de las teorías que más polémica han suscitado entre internautas es la del tan nombrado en redes sociales “Planeta X”. Un estudio reciente demostró la existencia de un noveno planeta en nuestro sistema solar, que no era visible pero que se habían podido estudiar las fuerzas ejercidas por el mismo entre otros cuerpos del sistema solar. La nueva teoría sugiere que este planeta podría tener el tamaño de la Tierra, y no superior, como se sugirió en el anterior estudio.
Este planeta pertenecería a los catalogados como “transneptunianos”, que son los que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno, en los límites del sistema solar. Y es que, esta zona de nuestro sistema es muy especial, porque en principio no cumple las reglas de la física establecidas.
Algunos planetas presentan trayectorias elípticas que no se corresponden con lo que se esperaría, además de tamaños desorbitados (como Neptuno, que, a pesar de estar más allá de Urano, es más grande que éste).
Unos veinte cuerpos celestes presentan este tipo de órbitas elípticas o inclinadas en relación con el resto, que orbitan según lo esperado. Y este nuevo estudio explicaría muchos de los comportamientos que se pueden apreciar en nuestro firmamento. El paso de un cuerpo tan grande como el de una estrella, rozando nuestro sistema solar, hubiera sido suficiente para expulsar de sus órbitas a estos planetas.
La profesora Suzanne Pflazner, que ha dirigido el estudio, dijo a la revista New Scientist: “Este bien podría haber sido un escenario híbrido, donde el movimiento de los planetas es responsable de las cosas que encontramos en el sistema solar interno.”
El equipo de la Sra. Pflazner, en el Instituto Max Planck de Radioastronomía en Bonn, Alemania, probó esta teoría esgrimiendo datos nuevos sobre el comportamiento de estrellas jóvenes. A través de una simulación por ordenador en tres dimensiones, pueden obtener datos para probar esta nueva teoría.
El espacio siempre nos aguarda con secretos, sorpresas, caos, belleza y sobre todo misterio. Esperaremos nuevos trabajos que apoyen esta teoría que, quizás, pueda explicar enigmas como la del eje rotacional de Neptuno y los vientos que azotan a este planeta. O por qué el exterior del sistema solar no tiene nada que ver con la aparente tranquilidad del interior, donde nosotros gozamos de la vida.
Pero, sobre todo, quizás ayude a descubrir al noveno planeta. Y quién sabe, igual algún día conozcamos la verdad y si este planeta y los Anunnaki tenían alguna relación. Si quieres ver más sobre esta noticia, mira el siguiente vídeo. Y no olvides darle al Like y comentar.
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Miguel Á. Fuentes
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