Cuando pensamos en laboratorios subterráneos nos imaginamos grandes corporaciones debajo del Pentágono, o en los Urales… Pero en España, existe un laboratorio en Huesca que no desmerece a la imagen que podamos tener de las películas de James Bond
Bajo el Pirineo Oscense, a 850 metros de profundidad, se encuentra el laboratorio subterráneo de Canfranc. Este laboratorio es propiedad del Ministerio de Ciencias e Innovación, la Diputación General de Aragón y la Universidad de Zaragoza.
Este lugar ya arrastra una leyenda negra debido al grave accidente ferroviario ocurrido hace medio siglo y que acabó con el cierre de la estación. Ahora se está peleando por su reapertura, pero no hay nada escrito ni seguro al respecto.
Cometido del laboratorio
Este laboratorio está destinado a la ciencia subterránea, y concretamente a la materia oscura y a fenómenos poco probables. Y está situado, concretamente en el túnel ferroviario de Somport, debido, precisamente a que esta línea ferroviaria está cerrada.
Se realiza experimentación física y biológica de bajo fondo radioactivo, de hecho, este mismo junio se ha realizado una licitación por valor de 229.000 euros para comprar 16 toneladas de cobre ultrapuro para blindar sus experimentos.
Con esto pretenden tener una ventaja competitiva respecto a otros laboratorios de la competencia para alojar mejores experimentos. Esta información está extraía del periódico “El Heraldo de Aragón”.
Además de esta protección “extra”, el laboratorio está cubierto con una gruesa capa de plomo.
Estamos hablando del segundo laboratorio subterráneo más grande de Europa, con 1.400 metros cuadrados destinados a la investigación, tras el Gran Sasso en Italia.
Estas instalaciones albergan el experimento NEXT (Neutrino Experimental with a Xenon TPC), encabezado por el científicos español Juan José Gómez Cárdenas.
Qué es el experimento NEXT
Los resultados que pueda arrojar este experimento podría cambiar todo el concepto que tenemos hasta ahora de la ciencia.
Lo que intenta averiguar el Dr. Juan Gómez junto a su equipo es si el neutrino es su propia antipartícula. En resumidas cuentas, intentan averiguar si esta esquiva partícula es a la vez materia y antimateria.
Según nuestros conocimientos, sabemos que existe la materia y la antimateria, y la ciencia nos asegura que durante el Big Bang, se crearon una y otra en las mismas proporciones.
Pero nosotros sólo somos capaces de ver la materia, entonces… ¿Dónde está la antimateria? ¿Por qué todo lo que observamos a nuestro alrededor, incluso nosotros mismos estamos formados de materia, y no de antimateria?
La antimateria, para que nos hagamos una idea, es como la materia que podemos ver, pero sus partículas se encuentran cambiadas de signo, es decir, el protón que con la materia es de carga positiva, tiene carga negativa, y el electrón positiva. Es decir, justo lo contrario a la materia.
Precisamente, lo que se intenta comprobar en el laboratorio de Canfranc es la teoría del físico italiano Ettore Majorana, que el neutrino es su propia antipartícula.
El nuetrino no tiene carga eléctrica, y su masa es tan pequeña que incluso hasta hace poco, se creía que no tenía. Para que podamos vislumbrar brevemente lo que serían los neutrinos…
Miles de millones de ellos nos atraviesan en un segundo, y además, se trata de materia y antimateria al mismo tiempo, porque pueden cambiar su carga eléctrica según las circunstancias.
Gómez Cárdenas explica que se cree que el universo primitivo estaba compuesto de la misma cantidad de materia y de antimateria, pero ambos bandos se exterminaron entre sí, quedando sólo supervivientes de materia.
Y se cree que todo esto fue gracias al neutrino, que estaba tanto en el bando de la materia como en el de la antimateria, pero que favorecía ligeramente a la materia. El Dr., de hecho cree que nosotros estamos aquí y existimos, precisamente gracias a esta “insignificante partícula”.
Precisamente, todo este aislamiento, con casi un kilómetro de roca encima y capas de plomo y cobre son para buscar el “silencio cósmico”, y que partículas o radiaciones provenientes del exterior puedan contaminar cualquier resultado posible en la investigación.
En resumidas cuentas, lo que se trata de investigar en el túnel de Somport, bajo las pistas de esquí de Candanchú, es nada más y nada menos, que el origen del universo.
Por supuesto, existen otras líneas de investigación, como el proyecto Anais, en el que se estudia la materia oscura. No te pierdas este vídeo, un científico que trabaja en el propio proyecto nos lo explica.
¿Es peligroso el experimento NEXT?
Por supuesto, Gómez Cárdenas defiende que los peligros que comportan estos experimentos son mínimos, sobre todo comparado con el conocimiento que pueden aportar a la humanidad.
Pero no todas las voces se alzan con esa tranquilidad, de hecho, el maestro en Cosmología y Astrofísica de la Universidad de Cambridge Martin Rees (76 años) y de una muy reputada carrera llena de reconocimientos, asegura, que los aceleradores de partículas, como el del CERN o el de Canfranc, podrían desencadenar una cadena de sucesos catastróficos, que dejarían a la Tierra reducida a una masa densa de apenas 100 metros de diámetro.
El profesor, a pesar de las críticas recibidas por los colegas que defienden la inocuidad de estos experimentos, afirma categóricamente, que existe una posibilidad, aunque sea pequeña, de que podamos destruir el planeta.
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REDACCIÓN: Ana Escudero Satorres
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