Las antiguas civilizaciones tenían muchas cosas en común, muestra de que pudieran tener conexiones en el pasado como muestra la geometría universal
El estudio realizado por Alejandro Biaggini, un investigador que se puso en contacto con nuestra redacción para exponer sus conclusiones, muestra cómo distintas civilizaciones antiguas tenían una conexión hasta ahora desconocida.
Las antiguas civilizaciones estaban conectadas entre sí, cosechaban, construían o practicaban medicina en base a un patrón geométrico común, ya que estas culturas al extinguirse dejaron registro de ellas, nos permite estudiar y comprenderlas mejor.
O como en este caso, descubrir casualmente que todo y todos estamos conectados por una “geometría universal“. Concepto nuevo que recién estaríamos comprendiendo.
Es así como Biaggini, mientras veía un documental, observó la cruz de Palpa (geoglifo ubicado al sur Perú) con una geometría que me recordó a Stonehenge (megalito ubicado en Inglaterra a más de nueve mil kilómetros de distancia).
“Al realizar una sobrexposición digital de ambas imágenes, sus formas calzaron a la perfección, esto en un principio se consideró una coincidencia, pero en los siguientes días se repitió el ejercicio con otras estructuras y dibujos de lugares tan distantes como de Egipto o China y las similitudes se repitieron una y otra vez”, nos cuenta Biaggini a través de un correo electrónico.
Esto dejó ser una simple coincidencia y paso a ser un patrón. El registro más antiguo de esta figura geométrica pudo ser rastreado hasta un templo con de diez mil años de antigüedad llamado Osirion, ubicado en Egipto.
Esta forma es conocida como la flor de la vida y representa la creación. También la podemos encontrar en “la araña de Nazca”, de la cual tiene relación con las cosechas y astronomía.
Geometría Universal entre Civilizaciones Antiguas
Se cree que las “líneas de Palpa” se construyeron mil años antes que las famosas Líneas de Nazca. Aunque el parecido es razonable, las de Palpa guardan mucha similitud con algunos mandalas hindús.
Hasta el momento se han encontrado más de veinte formas coincidentes en todo el mundo, todas con distintos significados y aplicaciones.
“Es maravilloso ver como unos dibujos de países como Chile, México o España se conectan sin espacio a interpretaciones ya que todo está basado en un milenario lenguaje matemático”, atestigua Biaggini.
“Personalmente considero que no se deben estudiar las antiguas civilizaciones de manera aislada, sino más bien como partes de un rompecabezas global”.
“Al juntar y comparar cada una de ellas lograremos encontrar más similitudes, un entendimiento más completo de cómo vivían, pero sobre todo de las conexiones que existían entre distintas civilizaciones antiguas”, concluye el investigador.
¿Es posible que estas construcciones tengan consciente o inconscientemente un símil común?
¿Tenían contacto estas civilizaciones entre sí y es por ello que encontramos tantas similitudes en construcciones antiguas por todo el mundo?
Sin duda es un gran misterio que cada vez se aproxima más a su esclarecimiento. Quizás algún día conozcamos las respuestas.
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REDACCIÓN: Planeta Magnífico
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