En mayo de 1972 el semanario Domenica del Corriere reveló un hecho que causó mucha polémica: el Vaticano guardaría un secreto que podría cambiar todo lo conocido. El Cronovisor.
El medio periodístico titulaba: “Inventada la máquina que fotografía el pasado” y obtenía las declaraciones del principal inventor, Marcello Pellegrino Ernetti.
En la entrevista de Domenica del Corriere de 1972, Pellegrino Ernetti, un respetado sacerdote benedictino de la curia romana, calificado exorcista, investigador y científico, revelaba haber construido con la participación, entre otros, de Enrico Fermi y Wernher von Braun una máquina que identificó con el nombre de Cronovisor.
Según el inventor se basaría en el concepto de que las ondas sonoras y visuales son energía y, por tanto, están sometidas a las mismas leyes físicas que la materia.
Igual que desde las partículas más ínfimas se puede recomponer un elemento en su forma primitiva, el artefacto sería capaz de acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, reorganizándolas en las mismas imágenes y sonidos que las integraron en su origen.
Según los datos que aportaría el inventor, el descubrimiento se basa en el principio de la física clásica, por el cual «la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma».
Sobre el cronovisor se habló en Julio de 1965 en una revista religiosa de Francia “LHeure dEtre” y en Enero de 1966, en la publicación italiana “Civiltá delle Macchine”.
Leyendo el libro “Newton, la huella del fin del mundo“ de Raúl Vallarino, publicado en España y México por Suma de Letras, se pudo conocer detalles de esta historia que si bien había tenido difusión anteriormente, no era muy conocida y sería uno de los grandes secretos ocultos de la Santa Sede.
Un invento como este podría revelar hechos que a muchos no les interesaría que se conocieran, ya que lo que hoy sabemos del pasado podría diferir totalmente con lo que nos han contado a través de los siglos.
El padre Ernetti no quiso explicar como funcionaba el Cronovisor, pero aseguró haber obtenido fotografías de las tablas de la ley, la destrucción de Sodoma y Gomorra, un discurso de Mussolini y la crucifixión de Cristo, entre otros acontecimiento de la historia.
Según la información, el Papa Pío XII habría controlado el proyecto desde el principio, aunque estaría catalogado de secreto de Estado.
Los datos señalaron que el proyecto fue cancelado por el Vaticano, pero no destruido, y el Cronovisor y sus planos se encontrarían custodiados en la Santa Sede..
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