En un experimento de geología en el Pozo de Kola, el pozo más profundo del planeta, expertos grabaron lo que describieron «como gritos provenientes del infierno».
La construcción del Pozo de Kola comenzó en la extinta Unión Soviética, en la región noroeste a unos 10 kilómetros de Zapolyarny.
Los expertos perforaron el suelo con fines geológicos y científicos. Además de que, para aquella época, también existía una especie de «carrera» entre soviéticos y estadounidenses para alcanzar el centro de la Tierra.
Pozo de Kola: Alcanzar «el centro de la Tierra»
La idea de los soviéticos era traspasar los 30 kilómetros de profundidad que poseía la corteza terrestre en esa zona.
Durante 10 años continuos se perforó la zona. Transcurrido ese tiempo, habían alcanzado casi 13 kilómetros, convirtiéndolo en el más profundo de la Tierra, superando el pozo de Bertha Rogers, de Oklahoma, que medía 9.5 kilómetros.
En 1989, el Pozo de Kola medía aproximadamente 12.262 metros de profundidad. Las temperaturas eran tan elevadas que debieron frenar la excavación. Las máquinas no soportaban los 180 grados centígrados.
Actualmente se continúan realizando estudios, aunque en otras zonas y a 8.5 kilómetros de profundidad, pues el Pozo de Kola se encuentra clausurado ¿Por qué?
Existen muchas teorías sobre el por qué los soviéticos y, después, rusos, no continuaron el mismo pozo. Uno de estas apareció en un artículo del diario finlandés «Ammennusatia».
«Los gritos del infierno»
El artículo asegura que durante la excavación del Pozo de Kola, los geólogos alcanzaron hasta los 14.4 kilómetros de profundidad para alcanzar el núcleo terrestre.
Sin embargo, no pudieron seguir excavando debido a un suceso que los petrificó; dijeron haber escuchado gritos y lamentos humanos.
Locales aseguraron que los gritos pertenecían a las almas de las personas que habían sido condenadas que están atrapadas en el centro de la Tierra.
Por esa razón, los expertos detuvieron el trabajo y el pozo se clausuró. El Doctor Azzacov, gerente del proyecto en la remota Siberia, aseguró que la información que se había recolectado era muy valiosa, sin embargo, el miedo de continuar estaba presente.
El otro problema es la temperatura que alcanzaron de un momento a otro. De acuerdo a los cálculos del doctor, si continuaban podían toparse con temperaturas de hasta 1000 grados.
Por esa razón, los trabajadores dijeron que aquello se asemejaba más al mismo infierno, por lo que no era extraño escuchar lamentos de personas condenadas.
Las voces se captaron gracias a unos micrófonos ultrasensitivos que se usaron para escuchar los movimientos terrestres durante intervalos de tiempo.
Sin embargo, lo que escucharon escapaba de cualquier comprensión lógica que quisieran darle. Los lamentos eran débiles, pero a su vez mostraban altas frecuencias. Después de los ajustes, el sonido espectral era completamente claro.
No hace falta analizar a profundidad el artículo para poder comprender por qué se detuvo la excavación del Pozo de Kola. Esta noticia se hizo viral y, obviamente, los detractores no se hicieron esperar. El gobierno soviético ni ruso jamás tocaron el tema, por lo que no se puede afirmar o negar nada.
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Lo de los gritos es una pura mentira. Hay que informarse mejor.
Saludos.